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I. INTRODUCCIÓN
El estrés laboral puede definirse como un con-
junto de reacciones fisiológicas, cognitivas, emo-
cionales y conductuales que el individuo experi-
menta ante circunstancias que implican excesiva
presión o demanda de respuesta en un determi-
nado contexto laboral (1). Se trata de un estado
que puede producir alteraciones físicas y menta-
les que repercuten negativamente en el desempe-
ño, la motivación, la satisfacción y el compromi-
so del trabajador, y, por consiguiente, en el clima
laboral de la empresa (2-3). Estas consecuencias
han dado lugar al desarrollo de numerosos estu-
dios que pretenden explicar la relación entre las
demandas de las organizaciones o empresas y los
recursos del individuo para afrontarlas.
Este acercamiento al análisis del estrés laboral y
su desarrollo se puede explicar mejor median-
te tres modelos. El primero, es el modelo ajuste
persona-ambiente, que establece que debe existir
una relación entre la persona y el ambiente labo-
ral en el que se desenvuelve, es decir, se trata de
encontrar un balance entre las necesidades del
trabajador y los suministros disponibles para po-
der cumplir con tales necesidades (2). El segun-
do, es el modelo demanda-control, que plantea
dos dimensiones (demanda y control), a partir de
las cuales se considera que las demandas no son
estresantes si se combinan con un control ade-
cuado sobre el trabajo y el ambiente. Por lo tan-
to, la tensión, la fatiga, la ansiedad, la depresión
y las enfermedades físicas se deben al desajuste
entre el desempeño del trabajo que se realiza y
la capacidad que tiene el trabajador para contro-
lar esa demanda (3). Finalmente, el tercero es el
modelo esfuerzo-recompensa, que determina las
condiciones de riesgo laboral cuando hay presen-
cia de carga de trabajo, demandas y obligaciones
del puesto de trabajo, frente a las estrategias que
la organización establece para que el trabajador
pueda afrontar las demandas y recibir benefi-
cios (4). A partir de estos modelos han surgido
diferentes instrumentos destinados a analizar
el estrés ocupacional desde diferentes niveles y
dimensiones, algunos de los cuales se explican
a continuación, por su relevancia en este campo
de estudio: 1) Cuestionario sobre el contenido del
trabajo [Job Content Questionnaire] (5), 2) Cues-
tionario de Estrés Laboral Genérico del NIOSH
[Generic Job Stress Questionaire] (6), y 3) Cues-
tionario de Estrés Laboral (JSS) (7).
El cuestionario de Estrés Laboral JSS (7), se trata
de la adaptación española del Job Stress Survey
(8), diseñada para medir el nivel general de es-
trés laboral en adultos. Este cuestionario cuenta
con tres índices (estrés laboral, presión laboral
y falta de apoyo de la organización), a partir de
los cuales se analiza la severidad y la frecuencia
con que se presentan 30 eventos estresores. Esta
información se obtiene mediante una lista de 60
situaciones relacionados con el trabajo, que tiene
una duración de 15-20 minutos y debe ser aplica-
da de manera individualizada.
En el contexto de este estudio, es importante
mencionar algunos de los elementos que pueden
incidir en el estrés laboral y, a su vez, en la presen-
cia de alteraciones físicas y mentales, el ambiente
de trabajo, la organización y administración de
una actividad, los sistemas de trabajo y la calidad
de las relaciones humanas (9-10). Estos factores
pueden deberse a la presencia de trabajos con
gran demanda de atención y responsabilidad,
amenaza de demandas laborales, liderazgo in-
adecuado, rotación de turnos, jornada de trabajo
excesiva y actividades físicas corporales inade-
cuadas, que influyen negativamente en el rendi-
miento laboral y el bienestar del individuo. En lo
posible, se debe evitar que el profesional llegue a
la insatisfacción profesional y familiar, que habi-
tualmente se ve reflejada en actitudes de agresi-
vidad, inadecuadas relaciones interpersonales en
el ámbito laboral y familiar, etc. (11). La calidad
de la respuesta de la persona a factores que ge-
neran estrés puede proteger su salud integral o
generar, agravar y cronificar patologías físicas y
mentales. Una de las consecuencias del estrés la-
boral es el síndrome de Burnout, que correspon-
de a un estado de agotamiento físico y psicológi-
co, que se desarrolla de manera progresiva, cuya
principal consecuencia en el contexto laboral es
el desinterés del trabajador por su función, sus
tareas y sus compromisos, dando lugar a un peor
rendimiento general y, como consecuencia, a po-
bres indicadores de la organización en cuanto a
productividad y cumplimiento de sus objetivos
(12-14).
Moncada, Suárez, Duque, Escobar