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escaso conocimiento sobre seguridad alimentaria
por parte de los manipuladores (27, 33), lo que con-
lleva a casos de ETAs.
Varios de los artículos publicados muestran que
los consumidores de comida callejera son propen-
sos a enfermedades causadas por bacterias pató-
genas como Escherichia coli, Salmonella spp., Sta-
phylococcus aureus, Bacillus cereus, Clostridium
perfringens y Vibrio cholera (11, 30), existiendo la
necesidad de una estricta vigilancia de la seguridad
microbiana de los alimentos que se venden en la vía
pública.
La comida callejera étnica es común en países asiá-
ticos, siendo bastante popular el consumo entre la
población local y los turistas (25). La información
obtenida sobre esta realidad en países latinoameri-
canos también evidencia una presencia importan-
te de productos expendidos en la calle; mientras
que ha sido compleja la búsqueda de artículos que
mencionen la temática en países europeos. El Real
Decreto 199/2010 (34), regula el ejercicio de la ven-
ta ambulante no sedentaria en España, por tanto,
los puestos de venta deben cumplir con parámetros
exigentes que requieren una inversión conside-
rable. En cuanto a los países en vías de desarrollo
en los que estas regulaciones son más flexibles, la
tasa de comercio informal es alta, incrementando
el incumplimiento de prácticas correctas de higiene
(35).
La evaluación de las prácticas de higiene pertinen-
tes a la elaboración y venta de alimentos en la vía
pública se relaciona directamente con la calidad
microbiológica de los alimentos que ingieren los
consumidores, por tanto, es igual o más importan-
te que el análisis microbiológico de los productos.
Lo anterior fundamentado en que la probabilidad
de contaminación microbiana es alta debido a que
no hay protección contra las fuentes de origen/vehí-
culo (polvo, viento, animales) de estos microrganis-
mos (36), sumado a la estructura, diseño y material
con el que está construido el puesto de venta (países
en desarrollo) se vuelve imposible aislar el lugar de
expendio de la contaminación externa. Por lo an-
terior, es importante guiar/controlar el diseño y el
material del puesto de venta móvil.
Con respecto a prácticas de higiene de utensilios,
materiales y operaciones, en los puestos de venta
que no usan utensilios desechables para el cliente
(cucharas, tenedor, cuchillo, etc.), éstos deberían
ser lavados, desinfectados y almacenados correc-
tamente, garantizando al cliente que estos objetos
no transmitan peligros biológicos y/o químicos. En
cuanto a las pinzas, cucharones, espátulas, etc. en
contacto con los alimentos deben ser lavados fre-
cuentemente, y no usarse desde el inicio al fin de las
operaciones sin ninguna limpieza intermedia. Esta
práctica es realizada en la industria de alimentos,
para garantizar la inocuidad de los productos (44).
Continuando con medidas que prevengan conta-
minación cruzada, es importante el uso de mate-
riales adecuados para almacenar o proteger a los
alimentos, así como para limpiar y desinfectar las
superficies. Esto evitará el paso de agentes biológi-
cos de un producto (alimentos crudos, productos
cárnicos) a otros (alimentos cocidos, vegetales), o
de una superficie (esponja o paños sucios) a otras
(mesones, tablas, utensilios, etc.) (45).
Otro factor a controlar es la temperatura, la mayo-
ría de los alimentos expendidos en la calle (Tabla 1),
son cocidos o fritos, esto indica que al menos llegan
a temperaturas de ebullición del agua, por lo que las
siguientes etapas son críticas para evitar contami-
nación o desarrollo acelerado de microorganismos.
El almacenamiento adecuado de los productos ex-
pendidos al consumidor debe realizarse de forma
correcta (arriba de 60° o bajo 5°) (45). Las materias
primas sobre todo de origen animal deben mante-
nerse en refrigeración o congelación, adicional se
debe identificarlas para utilizarlas en el período de
vida útil, por esto la temperatura es un factor a con-
trolar (46).
Con base en el número de puestos de venta que ex-
penden comida en las calles se podría considerar
una industria alimentaria prominente que juega un
papel importante y representa la mayor parte de la
cultura alimentaria en muchos países en desarrollo,
siendo la mujeres e inmigrantes las principales pro-
tagonistas de esta economía (2, 8, 19, 24).Además,
contribuyen al mantenimiento de prácticas ali-
mentarias tradicionales especialmente en los países
mencionados. Por otra parte, están los riesgos aso-
ciados con estos alimentos que deber ser controla-
dos para garantizar la inocuidad alimentaria.
Arguello, Albuja