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I. INTRODUCCIÓN
El agua de consumo humano deber ser abaste-
cida a la población de manera suficiente, segu-
ra y accesible (1). La Organización Mundial de 
la Salud, asegura que alrededor de 1.2 billones 
de personas no tienen acceso al agua potable (2). 
Existen sitios con disponibilidad de agua pero 
con indicios de contaminación que puede provo-
car enfermedades al ser consumida (3). En varios 
países de América Latina y el Caribe, las enfer-
medades ocasionadas por el consumo de agua 
no potabilizada se encuentran entre las diez cau-
sas más frecuentes de mortalidad (4). Para que 
el agua pueda ser consumida debe ser sujeta a 
procesos de tratamiento para su potabilización, 
como la captación, canalización, floculación, de-
cantación, filtración, cloración o desinfección, 
alcalinización y distribución con el fin de lograr 
que sus características físicas y químicas cum-
plan con las normativas estipuladas (5,6). 
El Gobierno del Ecuador tiene como meta lograr 
que la población logre el acceso universal y equi-
tativo al agua potable para el año 2030, siendo 
éste uno de los Objetivos de Desarrollo Sustenta-
ble de las Naciones Unidas (7). Las cifras estadís-
ticas según la medición de indicadores de Agua, 
Saneamiento e Higiene (ASH) realizadas por el 
Instituto Nacional de Estadística indican que en 
el Ecuador el 67.80 % de los ecuatorianos tienen 
acceso al agua por medio de tubería, pozo, ma-
nantial protegido o agua embotellada (8). 
En el poblado de Salache, cantón Latacunga, pro-
vincia de Cotopaxi, el agua que se suministra a 
sus 3250 habitantes es obtenida de tres fuentes 
subterráneas ubicadas en el sector denominado 
San Agustín. Al igual que el agua superficial, la 
composición química del agua del subsuelo es 
muy variable, esto dependerá de la localización y 
de la profundidad del acuífero (9). El caudal que 
proveen los pozos (8.01 L s
-1
), es conducido me-
diante tuberías a un tanque de almacenamiento 
para luego ser distribuida a la población.
La composición química del agua subterránea es 
el resultado de continuos procesos de interacción 
entre el agua de precipitación que se infiltra en el 
terreno y la litología por donde circula (10). Con 
la finalidad de conocer la calidad del agua se rea-
lizó pruebas de laboratorio determinándose que 
el agua contiene 450 mg L
-1
 de sulfatos, así como 
520 y 583 mg CaCO
3
 L
-1
 de alcalinidad y dure-
za respectivamente. Según la norma ecuatoriana 
NTE INEN 1108 para agua de consumo domésti-
co, los sulfatos deben encontrarse en concentra-
ciones no mayores a 200 mg L
-1
 y la alcalinidad al 
igual que la dureza no deben tener concentracio-
nes mayores a 500 mg CaCO
3
 L
-1
 (11). 
El consumo de agua con una concentración sul-
fato de sodio y sulfato de magnesio en el orden de 
más de 100 mg L
-1
 tiene en el ser humano un efec-
to laxante y en concentraciones superiores a los 
200 mg L
-1
 favorece a la corrosión de los metales 
(12). El carbonato de calcio en concentraciones 
mayores a los 500 mg CaCO
3
 L
-1
 puede producir 
asperezas en la piel, cálculos renales, aumentar 
la incidencia de ataques cardíacos, anomalías del 
sistema nervioso y varios tipos de cáncer (13). 
La investigación tiene por objetivo comprobar la 
efectividad de los lechos filtrantes de arena, zeo-
lita y resina catiónica ácido fuerte en la remoción 
de las concentraciones de sulfatos y carbonato de 
calcio.
II. MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se realizó en Salache, Coto-
paxi-Ecuador (0983333 E; 786167 S). Para de-
terminar la efectividad individual de los lechos 
filtrantes (arena, zeolita y resina catiónica) en la 
remoción de las concentraciones de carbonato de 
calcio y sulfatos disueltos en el agua, se constru-
yó un filtro experimental de flujo descendente. 
Este tipo de filtro  trabaja a gravedad permitien-
do que el agua atraviese el lecho filtrante pudien-
do generar cavidades que se llenan y unen entre 
sí, formado conductos de un tamaño mayor al de 
los poros circundantes en los cuales se deposita 
el material en suspensión, pudiendo incrementar 
su tamaño hasta atravesar todo el lecho filtrante 
(14).
 
2.1. Conformación del filtro descendente
Para la construcción del filtro descendente, se 
utilizó un tubo de PVC de 200 mm de diámetro 
interno y 2 m de largo. En un extremo superior, 
se instaló el regulador de caudal y en el inferior, 
se incorporó el sistema de drenaje, compuesto de 
un obturador de PVC al que se le realizaron 22 
orificios de 10 mm de diámetro y se acopló una 
malla plástica de 1/16” con el objetivo de retener