12
I. INTRODUCCIÓN
Los plásticos juegan un papel decisivo en la mo-
dernidad, estando presentes en prácticamente
la totalidad de los campos de la vida del hombre
(1-5). De hecho, el consumo global de plásticos
en 2018 llegó a los 359 millones de toneladas
métricas (6). Particularmente, la producción de
polietilenterealato (PET) en el mundo en 2016
llegó a los 50.01 millones de toneladas métri-
cas, estimándose un ascenso hasta los 87.16 mi-
llones de toneladas métricas para 2022 (7). Por
sectores de mercado, el PET se ha convertido en
el material de envase más usado a nivel mundial
para las botellas de agua y refrescos, represen-
tando esta aplicación el 83-84 % del volumen
consumido de PET en 2018 (8).
Estos objetos, debido a su corta vida de servicio
(normalmente inferior a un año desde su ma-
nufactura), pasan rápidamente a formar parte
de la corriente de desechos sólidos. La principal
desventaja de los desechos plásticos proviene
del elevado volumen que ocupan y de su ex-
tremadamente lenta velocidad de degradación,
lo que conduce a su acumulación. Un ejemplo
alarmante de esta situación es la enorme marea
de desechos plásticos que otan en los océanos,
ocasionando graves daños a los ecosistemas (9).
La revalorización de los desechos plásticos, es
decir el reciclado y la recuperación de energía,
constituyen importantes alternativas para darle
otra vida a estos materiales y, al mismo tiempo,
mitigar su impacto ambiental (10). Así, en las
últimas dos décadas se ha incrementado el inte-
rés por el reciclado de los desechos plásticos, y
especialmente el del polietilenterealato. De he-
cho, el reciclado del PET representa uno de los
ejemplos más exitosos y difundidos del proceso
de reciclaje de polímeros (11).
La recuperación del PET se realiza predominan-
temente mediante el reciclado mecánico (12).
Este es un proceso rápido y de un coste mode-
rado, que permite la completa recuperación del
PET y su utilización para fabricar nuevos pro-
ductos dirigidos a varias aplicaciones industria-
les tales como el envasado de detergentes, cos-
méticos, alfombras, láminas, partes de autos o
en nuevas botellas plásticas.
Sin embargo, en todos los casos la aplicación del
polietilenterealato reciclado dependerá fun-
damentalmente de las propiedades de la resina
luego de su procesado. De hecho, la mayor di-
cultad enfrentada por todos los transformado-
res durante el reciclado del PET es su degrada-
ción. El PET es un poliéster alifático-aromático
termoplástico semicristalino obtenido median-
te reacciones de policondensación a partir de
etilenglicol y ácido tereálico o dimetiltereala-
to (13). Por esta razón, al igual que ocurre para
otros poliésteres orgánicos, su reacción de ob-
tención es reversible y puede ocurrir la despoli-
merización, la que es acelerada por la presencia
de agua, ácidos y/o por la temperatura (14). El
efecto nal se caracteriza por una acentuada
pérdida de propiedades del polietilenterealato
reciclado. Por tanto, el control de la degradación
del PET durante los procesos de transformación
constituye la clave para obtener un producto de
buenas prestaciones.
Varios investigadores han centrado su atención
en los efectos del proceso de transformación
en el PET. Sheldon (15) analizó la inuencia
de las condiciones de extrusión (velocidad de
rotación/temperatura) en la cristalización del
PET, encontrando que a elevadas velocidades
de extrusión existe una tendencia a degradar
las cristalitas u otras fuentes de nucleación, lo
que afectó la velocidad de cristalización durante
un posterior calentamiento. Curtzwiler y cola-
boradores (16) prepararon varias láminas para
estudiar la inuencia del contenido de PET re-
ciclado (de 0 a 100 %) en las propiedades na-
les. Los ensayos mecánicos demostraron que el
contenido de PET reciclado incorporado altera
signicativamente las propiedades de los mate-
riales estudiados cuando eran comparados con
la resina virgen. Giraldi y colaboradores (17) es-
tudiaron nanocomposites de PET reciclado con
contenidos de 2.5 y 5% de montmorillonita or-
ganomodicada, obtenidos mediante mezclado
en fundido en una extrusora de doble husillos
corrotantes a 250 y 150 rpm. Sobre la base de
la inuencia tiempo de residencia, encontraron
que la velocidad de rotación de husillo puede
optimizarse para conducir a la completa exfo-
liación de la nanoarcilla y, con esto, obtener las
mejores propiedades mecánicas. Sin embargo,