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eficiencia de remoción del 93,7% para el
caso del cadmio; y para el níquel 85,1%.
Existiendo además una diferencia entre
la aplicación de diferentes voltajes. La
diferencia con los tratamientos T1, T2 y
T4, es básicamente la diferencia de vol-
tajes: 25 V, 35 V y 45 V respectivamente,
y por tanto la variación de su amperaje y
densidad de corriente.
La prueba estadística de Tukey que se
muestra en la Tabla 4, aplicada al trata-
miento de níquel demostró que, en los
cuatro tratamientos de electrorremedia-
ción el voltaje óptimo es el de 45 V, en el
cual se disminuyó con mayor eficiencia
el contaminante presente en la muestra.
Como segundo tratamiento más eficien-
te se presentó al experimento cuatro a 55
V.
La determinación del desplazamiento
iónico está basada en el experimento
tres (T3), donde existe una diferencia
con la concentración promedio del sue-
lo tratado; es decir se encuentra fuera
del rango de incertidumbre. En el caso
del níquel la concentración final del sue-
lo tratado se encuentra fuera del rango
de incertidumbre con respecto a la con-
centración de suelo sin tratar. Mediante
esta técnica de discriminación iónica, se
definió que existió un cambio significa-
tivo en las concentraciones de cadmio y
níquel después de aplicar el tratamiento
electrocinético; lo cual demuestra una
alta eficiencia en la aplicación de esta
tecnología.
En la Tabla 5, se observa que la mayor
concentración de cadmio reportada des-
pués del tratamiento electrocinético en
la muestra de 996,40 mg/kg de suelo, en
un volumen de 60 cm3, comprendidos
entre los centímetros 13 y 15 cercanos
al cátodo; mientras que en las zonas in-
termedias comprendidas entre los centí-
metros 6 y 9, en un volumen de 90 cm3
. Se obtuvo una disminución del metal,
que alcanzó un promedio de 26,80 ppm,
además, en los 2 cm cercanos al ánodo
se evidencia una concentración baja de
16,03 ppm, en estas regiones la concentración de cadmio
es menor. Esto se debe a que la mayoría de los metales se
encuentran en forma de cationes, los mismos que migra-
ron y se acumularon en las zonas cercanas al cátodo (polo
negativo).
Con relación al enriquecimiento de cadmio y níquel en
los pozos anódico y catódico que se muestra en los grá-
ficos 2 y 3. Se demostró que la migración iónica de los
metales de interés se encontró favorecida hacia el cátodo,
además, se presentan los perfiles de velocidad y la con-
centración acumulada del níquel en ambos pozos. Cabe
mencionar, que la migración del cadmio se despreció, ya
que mediante los análisis de absorción atómica los resul-
tados reportados fueron menores al rango de detección
del equipo (<0,05) ppm.
Durante el proceso, la velocidad de enriquecimiento
de níquel en ambos pozos fue disminuyendo progresi-
vamente, debido que las soluciones tienden a saturarse,
por ello se sustituyeron periódicamente las mismas. Esto,
favoreció una migración dirigida de los iones metálicos,
durante las primeras 10 h de tratamiento, en la que existió
una movilidad significativa en ambos pozos, y pasadas las
30 h se evidenció una cierta estabilización con un valor
promedio 0,004 mgNi/L∙h en el ánodo, y en el cátodo una
velocidad de enriquecimiento menor 0,003 mgNi/L∙h. La
presencia del contaminante en ambos pozos demuestra
la existencia de níquel en formas aniónicas y catiónicas.
En la Tabla 6, debido a la baja migración iónica en los
pozos, se debe saber la concentración total de níquel en el
sistema. La región de mayor acumulación fue la cercana
al cátodo en una distancia comprendida entre 9 y 15 cm;
mientras que en la zona céntrica comprendida entre los 6
y 9 cm en un volumen de 90 cm3 se obtuvo una concen-
tración baja en comparación a la inicial.
Entre los 0 y 6 cm contiguos al ánodo, la masa es menor
en comparación con la masa acumulada en la zona aleda-
ña al cátodo, esto se debe a que la mayoría del níquel se
encuentra en forma de cationes y es atraída por el cam-
po catódico. La masa acumulada de níquel presente en
los pozos es relativamente baja, en el pozo anódico existe
una mayor acumulación de níquel con respecto al pozo
catódico con valores de 0,15 y 0,12 mg, respectivamente.
En la Tabla 7, se demuestra que al igual que el níquel, el
cadmio tiene la misma tendencia de desplazamiento ió-
nico en la celda, presentando una baja o nula migración
iónica en los pozos, por ello se debe saber la concentra-
Yaulema, Beltrán, Baquero, Carrera, Gavilanes